Existe un acuerdo generalizado sobre la importancia de la
innovación y de la investigación producida en los contextos de la institución
escolar llevada a cabo por los directivos y los profesores, así como sobre la
necesidad de desarrollar competencias para estas dos labores en los procesos de
formación inicial y permanente.
La tradición que proclama la necesidad de consolidar la
generación de conocimiento educativo en la mente de los profesores tiene más de
un siglo en occidente, pues en los Estados Unidos, a finales del siglo XIX,
Dewey había creado una «escuela experimental en la que los docentes ponían a
prueba los principios para una educación en la democracia.
Heredero de este legado, el movimiento del maestro como
investigador, impulsado por Stenhouse en la década del 70, considera que la
generación de conocimiento pedagógico corresponde a los profesores: Brevemente
expuesto, se trata de que la investigación y el desarrollo del currículum deben
corresponder al profesor y de que existen perspectivas para llevar esto a la
práctica. Admito que ello exigirá el trabajo de una generación y si la mayoría
de los profesores y no sólo una minoría llega a dominar este campo de
investigación, cambiará la imagen profesional que el profesor tiene de sí mismo
y de sus condiciones de trabajo» (Stenhouse, 1998, p. 133).
Premios a docentes investigadores en Colombia:
La libertad de enseñanza, aprendizaje e investigación han
ganado en el mundo actual un espacio significativo, que implica directamente al
docente universitario, poniendo su rol entre los grupos de pares con quienes
debe lograr una cohesión social, culturalmente inducida por su autonomía como parte
integral de la comunidad académica. Estas libertades invitan al docente a mudar
de paradigma y a permitir que la divergencia se adueñe de los nuevos rumbos en
la formación de profesionales, con el fin de lograr competencia en las
respuestas a los retos emergentes.
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